El Cielo que Honramos

El Cielo que Honramos. Para quienes tenemos a nuestra Madre en el cielo, un día como hoy, suele llevarnos a evocar nostalgia, tristeza, retracción o incluso aislamiento.
Mientras muchos celebran, otros en cambio optan por tratar de mantener ocupada la mente y las emociones en actividades que hagan ver que es un día más como cualquiera.
Sin embargo, con el pasar del tiempo, nos damos cuenta que este tipo de evasiones a lo que está ausente en nuestras vidas, más que castigar un motivo cultural, atenta en contra de lo que alguna vez celebramos.

  • La ausencia de una madre no debe reprimir las memorias que valoramos en nuestras vidas.
  • Celebrar algo que ya no esta presente, toma un concepto distinto y se le llama: «Honrar».
  • La acción de amar con gratitud lo que alguna vez fue y ya no está más, se traduce en hacer honorable la ausencia del amor dándole un lugar libre de dolor, sufrimiento y deudas.
  • Elegir vivir honrando al amor que fue significativo en nuestra historia, es un acto que dignifica lo vivido y enaltece el alma.
  • Honrar a una madre ausente, por cualquier motivo que sea, es consolidar el núcleo de virtudes y valores aprendidos de ella.
  • Perdonar a la abundancia y a la carencia por igual, es liberar y reconocer a los padres del amor.
  • Quien ha integrado las dos partes, ha consagrado en sí el sentido del amar como el impulso que nos conecta de forma integral a la vida.
  • La orfandad es un mito para aquellos que saben expresar la gracia recibida en cada acto de su vida.
  • Celebro a quien ha logrado hacer del amor y las memoria que lo forjaron, un motivo honorable para seguirse conectando a la fuente creadora de vida.

Y aunque tardamos tiempo en entender que dentro nuestro esta el cielo que otorgamos a los que ya no están; días como hoy, nos dan la oportunidad de glorificarlo hacia los demás.
Feliz Día de la Madre a todos los que hacen de su alma el paraíso que embellece al amor y su Ser. El Cielo que Honramos.